¿Cómo saber si padezco estrés crónico?
Si estás en estado de alerta permanente probablemente se trata de un estrés cronificado. Ocurre cuando las exigencias del día a día son desmedidas. Estamos culturalmente inclinados a echarnos más responsabilidades de las que orgánicamente podemos procesar. Creemos que sí, que podemos con todo, pero el coste es demasiado alto: estamos sobreexponiendo el cuerpo y la mente a un estado de tensión sin darle tiempo a recuperarse.
Para que exista salud debemos preservar el equilibrio natural, las situaciones de estrés diario deben ser compensadas con suficientes momentos de descanso y distendimiento.
Observa en tu día a día si la balanza está equilibrada. Para el ser humano es importante mantener un buen nivel de actividad, imponerse retos, esto nos ayuda en nuestro desarrollo y es bueno para la autoestima, no hay ningún problema en ser autoexigente si simultáneamente nos ocupamos de la auto-regulación: escuchar las señales del cuerpo, aceptar los limitaciones de nuestro organismo y también cuidar las relaciones personales, que suelen resentirse cuando las personas estamos demasiado tensas por un exceso de responsabilidades autoimpuestas o simplemente les dedicamos poco tiempo.
Algunas señales que puedes atender para saber si cumples esta condición, el estrés crónico, son la presencia de algunos síntomas como fatiga, cambios de humor, dificultad para respirar, problemas de memoria (olvidos frecuentes), propensión a padecer enfermedades infecciosas, irritabilidad, disfunción sexual, dolor de cabeza, diarrea, estreñimiento, alteraciones del sueño, problemas menstruales, hipertensión arterial, taquicardia, diabetes, obesidad, pérdida de peso, eccemas cutáneos, otros problemas de la piel, agravamiento de alguna afección crónica, entre otros.
La terapia psicológica puede ayudarte a identificar el desgaste físico y emocional que se ha producido y encontrar estrategias para reequilibrar cuerpo y mente.