¿Qué es el Transtorno Bipolar?
Nos encontramos ante un problema que los profesionales sanitarios consideramos enfermedad por su cronicidad y gravedad, aunque es posible llegar a una vida plena y satisfactoria con el tratamiento adecuado, que suele incluir fármacos en combinación con terapia psicológica.
Lo más característico de esta enfermedad es la desregulación del estado de ánimo, de modo que la persona alterna episodios sintomáticos con fases de normalidad (eutimia). Se han descrito cuatro tipos de episodios: Depresión, manía, hipomanía y episodios mixtos. Según el tipo de episodios, su duración y frecuencia se clasifica a los pacientes en los diferentes subtipos del trastorno (se han descrito hasta 7 subtipos). Se cree que las causas que desencadenan este trastorno pueden ser muy variadas.
La fase maníaca se caracteriza por un aumento de la actividad y del nivel de energía, euforia, desinhibición y a veces irritabilidad. Suele haber aceleración y descontrol del pensamiento, optimismo exagerado, habla excesiva, defecto en la evaluación de las consecuencias de sus actos y aumento de la actividad sexual. En los casos más graves surgen delirios de grandeza que llevan a las personas a tomar decisiones arriesgadas como gastar grandes sumas de dinero, exponerse a algún tipo de peligro, hacer algo ilegal o provocar algún escándalo en lugares públicos. También pueden aparecer otros síntomas psicóticos positivos como alucinaciones que pueden afectar a los cinco sentidos.
La hipomanía es como la manía pero menos grave. La depresión puede ser severa con síntomas psicóticos como delirios y alucinaciones. Los episodios mixtos combinan síntomas depresivos con síntomas maníacos.
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